“¡ Oh deleznable arquitectura ¡
¡ Oh bondadosos arquitectos ¡
con tierra frágil nuestros hombres
edificaron su morada.
Y si la construyeron sabiamente
y a la medida de su propia Tierra,
nadie lo supo entonces, o acaso no lo dijo
para que no llorase nuestra infancia.
( Yo recuerdo una edad prometida del gozo
en que morada y hombre parecieron
indestructibles ) “
Leopoldo Marechal ,¨ Gravitación del Cielo¨ -Poemas australes
Edificar la morada “a la medida de su propia Tierra“, profunda dimensión simbólica de la Arquitectura.
Transformar, erguir esa misma Tierra , poseer su espacio en la proporción de sus Formas , impresas en el espíritu del Hombre .
Descubrir un Número en la Tierra, que es medida mientras sea Proporción al Principio.- Misterio insondable que nunca se agota y que animó al Espíritu creativo de la arquitectura de Occidente, mientras trató de revelarlo en sus reglas de Trazado.
Permanecer fieles a esa Tierra en la materialidad de su Arquitectura , respetando la contextura del Muro, en su integridad y su continuidad, en su modo de ocupación del Espacio, legado de la Arquitectura del Mediterráneo, desplegado en nuestra vasta tierra Americana.-
Y el Ladrillo es fondo y sustancia de esta dimensión simbólica de la Arquitectura , su figura premonitórea. Porque está hecho a la Medida de su propia Tierra y gravita naturalmente sobre ella como si quisiera volver a su seno.- Medida que surge también de la mano del Hombre para poder constituirse en “mampuesto”. Consustanciación de un trozo de la Tierra, purificado por el fuego , con el Hombre que lo mide y lo posee, imagen prístina del más profundo hecho cultural.-
Primera transformación y por lo tanto “origen“ . Revalorar el Ladrillo es retornar a las “fuentes“ de su arquitectura. Como la evocación de la infancia, esa “edad prometida del gozo“ del poema de Marechal, eterno “retorno las fuentes“ del Hombre, queriendo develar su propia naturaleza, su esencia “fontal“, latente en el Niño , que es sólido e íntegro, en quien se condensa todo el espíritu encarnado y se potencializa la vida.-
El Ladrillo es figura de esa infancia. Sólido e íntegro; está arraigado a su propia naturaleza, plenamente manifestada. Conforma un hecho arquitectónico primario, concebido como germen, potencia de una arquitectura que vive con el Hombre.
“Busca el pulso batiente de la casa,
busca su detenido corazòn,
en el silencio mineral que sudan
estas cuatro paredes,..”
Leopoldo Marechal, ¨ Elegia del Sur¨-Poemas Australes
EL LADRILLO, SIMBOLO DE LOS CUATRO ELEMENTOS
Viviente es la arquitectura que despliega el Ladrillo, como que él mismo nace de un proceso viviente de la Naturaleza; acaso un espejo de la misma conformación de la Tierra.-
Surge en un ámbito de profunda cargazón simbólica , casi abismal.- Y la visión del Horno de Ladrillo., perfilado sobre el puro horizonte de nuestro campo , contiene el dramatismo de una visión vigorosa y grave, que presiente una fuerza distinta dentro de toda esa Energía que trasunta la Naturaleza .
Se expresa como un túmulo que esconde una muerte y como gigante matriz que va a engendrar vida .- Es que la gestación del ladrillo transita entre las imágenes de la Muerte y la Vida que resurge. Muerte en la depredación de ese duelo que brinda el barro: Agua y Tierra, sangre de una herida que duele ante ese campo fortalecido para la simiente.-Vida e el rigor del Fuego que invade la masa penetrada por el aire, como el mismo fuego de la Tierra que resurge.-
Muerte y Vida, disolución y unión , eterno ciclo del Cosmos.-
Katábasis y Anábasis de los griegos, quienes de distinta forma indagaron en los ciclos del Agua, Tierra, Fuego y Aire, marcando así una relación ¨fontal¨ entre Pensamiento y Naturaleza.
Tal es la amplitud del simbolismo de los cuatro elementos. Que toca al ladrillo y le da una Trascendencia refirmada Portu presencia en el transcurso de los siglos, en una misma y constante semejanza..- Como que es fruto de la alquimia de la Tierra, fuente inagotable.- Surgido de una altar de sacrificio, lleva presente la imagen de eterna renovación.
RESTITUCIÓN DEL VINCULO CON LA NATURALEZA
Esta ¨revelación¨ del ladrillo, en una visión de entidad esencialmente simbólica, tiende a valorarlo como origen de un lenguaje fontal , extraído de la Naturaleza.- Es el que permitirá al Hombre de grandes extensiones del planeta, volver a edificar la morada “a la medida de su propia Tierra“ , constituyendo una arquitectura de la ¨realidad¨.
Porque la ¨Realidad¨ está en la Naturaleza y deviene en un Principio Potencial, cuya posesión permite su armónica transformación, verdadera labor cultural. Principio que es espejo de la propia Naturaleza del Hombre , espíritu encarnado y base para su despliegue en el Cosmos.- La Historia supone una religazón constante con ese Principio, que debe ser reinterpretado e iluminado por la Obra cultural Reconocido en el mundo griego como sustancia primordial : la “Physis“ fondo absoluto e inasible , de donde todo sale y hacia donde todo regresa
Principio que ha sido perdido en la desviación del pensamiento moderno a la derivación mecanicista de la Física actual, cuyos logros tecnológicos, valorables en sí, la han absorbido en una visión positivista y materialista y así se ha englobado la vida cotidiana constituyendo esta llamada Sociedad de Consumo , plena de falsas idolatrías.
Principio que, si bien se ha refugiado tenuemente en el Arte, la Poesía, la Religión; su superficial proclamación no alcanza a unir todos los grados de la Cultura, produciéndose su disección y atomización.-
El culto a la Razón Pura, desencarnada, alimentada por la abstracción científica, ha producido esta disyunción. El Positivismo del Siglo XIX ha dado el golpe de gracia y del esqueleto de una cultura desarraigada y disolvente, el Mundo del Método ha armado un inmenso mecanismo clasificatorio (persiste la Enciclopedia), que constituye un sustituto de la Unidad perdida.
Pero la Naturaleza persiste y con cada vez mayor pujanza, imprime en el Hombre un anhelo constante de la Unidad perdida .- Pero ante el artificio del mundo de imágenes que lo rodea , el hombre cae en un Moderno Diluvio en su Espíritu, que se ahoga en el sobredimensionamiento de sus abstracciones y lucubraciones , buscando satisfacer ese anhelo de armonía en su propio ensimismamiento.
La restitución del vínculo con la Naturaleza , quebrará este círculo que aisla al Espíritu del Hombre .- No es volver al medio natural en otra suerte de escapismo; sino volver a consustanciarse con los objetos reales, vivir el espacio que los integra, con esa realidad armónica de la ¨ Physis ¨ , de la Naturaleza; que integra la Obra del Hombre.
Así resurgirá el Espíritu, inteligencia encarnada , librtando las energías intuitivas que responden a esa Realidad exterio rque nos entra por los sentidos .- Respuestas que van conformando la Memoria Potencial tan aletargada y reducida por una falsa concepción del inconsciente, dudando de la verdad vital que esa Memoria encierra.
Volverá así el camino de la vida profunda, explayada en el Arte , que abarca el quehacer del Hombre , aún el más técnico , restableciendo la Unidad . Porque toda Obra , si trata de Integrarse a esa Unidad , es regida en un plano que supera su propia necesidad específica , plano donde se unen la Ciencia y el Arte.
Y la Razón dejará de ser pura y aislada y volverá a su centro de gravitación en el cuerpo del Hombre , conformándose en Eje con el centro de la tierra, uniendose a su armonía en el Espacio……………….y los objetos reales volverán a tener significado.
Porque la moderna Babel no es fruto de la confusión entre lenguajes, sino de la pérdida del significado del lenguaje. Urge restituir la profunda dimensión de la Palabra, el Verbo, para que cumpla sui misión de integrar a la totalidad de las formas simbólicas tanto en el ámbito físico perceptible, como el imaginario.
La Armonía volverá a unir lo Bello y lo Bueno, como lo hace el Niño, como lo percibía el Mundo Griego, infancia de nuestra Cultura.
EL LADRILLO EN LA CIUDAD DEL MURO
La restitución de esta Unidad, en nuestra realidad Americana., supone a su vez, una restitución de la Armonía en la Ciudad del Muro que denominamos así , porque estando presente en su origen, ha dado su impronta en su. Continuo.-Habrá que curar las heridas
dejadas por los ensayos de la Ciudad del Esqueleto, que coherente con su propio descarne genera el vacío :- Podrá incorporar nuevos lenguajes mientras conserve ese continuo de su sustancia que es propio de la contextura del alma del Ladrillo.- Ese ladrillo que es figura del agua, tierra, fuego y aire , los cuatro elementos y que en su medida, es proporción del doble cuadrado, que también es figura de la Geometría esencial que permite la unión al Continuo.- Y su espesor, sentido en la mano, va conjugando las fuerzas en altura y conformando el Muro, determinando así ese continuo abarcante de nuestra Ciudad.- Ocupación de un espacio fiel a la compacidad de nuestra Manzana, célula conformadora.,
Y esta Dimensión histórica de nuestra Ciudad Americana conforma un Memoria potente y persistente que puede abarcar todos los lenguajes mientras se actualicen al unirse al Continuo.- Dimensión que devela lo persistente del pasado, restituyendolo en la dimensión del presente.- Si hemos de unirnos a ese anhelo de retornar a las fuentes que emerge del caos actual, debemos hacerlo en la fidelidad a nuestra ciudad del Muro.-
Porque así como Europa fue Roca , aquella Patriarcal; América es y será Tierra.
Porque esta nueva Europa , la del Mercantilismo y de la Máquina tiene una visión quebrada, espejo de la prolongada lucha de sus propias contradicciones .- Desgastante lucha cultural y lingüística que la ha llevado a la Senilidad que ahoga los ideales de la Juventud
en el Hedonismo que pregona y que es padre del Escepticismo.- Lucha que está insumiendo al Mundo , habiendo ya conquistado al Extremo Oriente quietista.
Su hija América , que mientras siga en la Infancia es indestructible, puede llegar a constituir la Nueva Infancia del Mundo .
Sólo le basta ser Fiel a su Tierra y construir con ella la nueva Catedral…………y en el. Alma de su Muro estará vivo el oculto Ladrillo……………….
“ El niño amasa el barro, cerca del río joven
y entre sus dedos brota
como de Dios , un pájaro de Tierra ,
La mano de la Tierra
gravita sobre el pájaro naciente.
Su pico está soldado con un duro
silencio mineral.
El puño de la Tierra lo cautiva
Cerca del río joven.
Pero el niño le sopla el viento en las narices
Y el pájaro se alza.
Cerca del río joven queda el niño
Con los dedos mojados
Y ángeles albañiles interrogan
--- ¿A dónde irá tu pájaro, alfarero?
Y el niño extiende lontananza
Para que no le falte cielo “
Leopoldo Marechal. ¨ El niño y el pájaro ¨ 1929
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Arqs. Raquel Addesso, Mario A. González; revista SUMMA temática. El ladrillo. 1984
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