El lugar, en plena
comunicación instintiva con esta energía en movimiento, fue quien
propuso generar un deslizamiento de la maza arquitectónica hacia el
agua donde en un punto de tensión se hallaría petrificada en el
aire, sobre el mismo río,….
Sentirse
insignificante ante la imponencia de un paisaje, apreciarse en una
escala vulnerable, nos produce pavor, hasta el imaginativo y
develador momento en que nos aceptamos insignificantes y nos
reconocemos parte de una revelación, que termina por sublimar al
miedo, en belleza.
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